Convocatoria

“Convocatoria” es la nota preliminar para el que consideramos último libro de Ramiro (comentó que escribía una novela, pero no sabemos si logró terminarla). “Che: Revolución absoluta” está fechada en Santa Cruz de la Sierra en agosto de 2018, como 2da. Edición (ignoramos cual sería la Primera).

Esta “Convocatoria” circuló especialmente por redes sociales, probablemente con el propósito de provocar mayor interés en el polémico contenido del libro.

CONVOCATORIA

Este no es un libro testimonial. Es un desafío a la desmemoria, una proclama de combate.

Devolver a las palabras su pureza original, su transparente envergadura, no tiene sólo el propósito de esclarecer la narrativa, de precisar el discurso.

Si se pudiera descontaminar los códigos y retratar las acciones, omisiones, percepciones y su efecto en la conciencia social e histórica, sin la intervención subjetiva de su autor, habríamos conseguido nuestro propósito.

Durante mucho tiempo ¿medio siglo o más? Hemos deambulado, como generación errante, por los meandros de lo revelado como entelequia o razón histórica suprema.

La verdad nos ha refrescado alguna vez la piel en los cuadrantes cerrados de lo establecido pero, frecuentemente reducida a lo dicho por los demiurgos o los pontífices.

Apologética o apostasía. Rostro bifronte de la teoría sacralizada o admisible. Fatalidad de la ortodoxia.

Con un terrible sentimiento de culpa: no haber muerto, a tiempo, por la causa a la que empeñamos nuestras vidas.

Cadáveres despojados de una tumba ceremonial. Fuimos desangrándonos, con la tragedia del pueblo, con la impotencia de no hacer lo que creíamos correcto o no hacerlo oportunamente.

Carlos Soria Galvarro (¡Cuándo no!) me cobraba, con vehemencia, hace más de diez años, una deuda en mora:

“…está en deuda consigo mismo y con sus seguidores, pues todavía están en suspenso balances de sentido crítico, y también autocrítico. Se espera de él la chispa que encienda antiguos y necesarios debates que ayuden a explicar la génesis y la perspectiva de los procesos actuales y, de paso, apacigüen las angustias de quienes no hemos cambiado de bando, ni nos arrepentimos de haber entregado lo mejor de nosotros a la lucha por un cambio revolucionario y por una democracia avanzada que lo haga posible ¿Sirvió de algo la resistencia a las dictaduras? ¿Cuál nuestro principal aporte a este país, como generación de revolucionarios? ¿Qué hicimos bien, en qué nos equivocamos y que dejamos de hacer en el camino que emprendimos desde muy jóvenes?

Dos alas de un mismo vuelo (Barrenechea, 2006, 2012) es un multifacético y apasionado collage boliviano que podríamos entender como una provocación a reabrir esas reflexiones ineludibles”.

Pues bien, pago mis deudas. Les toca cobrármelas o cancelarlas.

Salgamos al ruedo, tomemos por asalto la historia y quedará demostrado que no se trata de un camino lineal, sino de un combate cotidiano, a veces contradictorio, pero infinito.

En el campo de batalla, nuestras dudas y torturas concienciales se confunden con la sangre y el barro, con la hierba y la simiente, con el agua y la pólvora y emerge el hombre nuevo que, lo admitamos o no, nació en esa simbiosis o sinergia de la consecuencia ética, de la profundidad y proyección teórica, sólido sustento de la praxis, que constituye la epopeya del CHE iluminando, medio siglo después, el camino hacia el porvenir comunista.

Che no ha claudicado en la era del capitalismo absoluto. En la que propios y extraños se resignan o tranquilizan al admitir que la última tentativa de resolución revolucionaria de la lucha de clases murió con él hace 50 años, cosificándolo en el altar de la redención soñada o de la utopía abstracta. Un mito fuera de serie, pero ausente ya de la realidad.

El capitalismo virtual de las redes financieras, hoy se representa en el patrón invisible y el obrero “precarizado”, sin conquistas sociales ni contrato colectivo, sino como parte de una amorfa masa de “emprendedores” u outsiders que, supuestamente de consuno, buscarían el bienestar general mediante la administración del extraordinario progreso técnico científico, que sería (según ellos) la única fuente de la plusvalía.

Tal “convergencia” catastrófica trabajada a dos manos (derecha e “izquierda”), habiendo precipitando la deserción del “socialismo” realmente existente, ofrecería una sociedad llana, despojada de la contradicción esencial (producción social-acumulación privada), en la que toda transformación sería una reforma, sucesiva, ininterrumpida, no una revolución; una recuperación de la conciencia ciudadana igualitaria y libre, sin fracturas estructurales sino algunas disfunciones civilizatorias, al modo hegeliano, desterrando la cruenta lucha de clases.

La falsa unipolaridad del capital, las guerras genocidas en el medio oriente, Asia, África, los crímenes de lesa humanidad contra los migrantes, el terrorismo de Estado, impune; el despojo sin medida de las riquezas naturales que acabará con los pueblos de la tierra muertos de sed y de hambre, para que sobreviva el imperio, son la demostración de que la guerra continúa y si no emprendemos la lucha cotidiana, en todo el planeta, irregular, asimétrica, pero constante y variada, efectiva para debilitar, desanimar y finalmente derrotar al enemigo, terminaremos devorados por él.

Ese es el significado del Che, medio siglo después de que intentaron matarlo, de tantas formas y con los más diversos métodos; la encarnación de la teoría y de la praxis revolucionaria.

Pueden haber mutado las armas que, al cabo, son las que le arrebatamos al enemigo, pero no ha cambiado la contradicción esencial del sistema.

Hagamos trizas, de una vez, el blindaje de la razón estática y estallemos el amanecer infinito de los hechos.

Entonces, la angustiosa convocatoria a nuestra generación no será un llamado sólo a relatar testimonios (que son valiosos como ejemplo y patrimonio histórico), sino a continuar con la lucha que emprendimos, una vez que, desnudados nuestros miedos y nuestras dudas, nuestros sentimientos de culpa, emerge el Comandante resiliente en todo su vigor, en una escala superior, en la que el combatiente ya no sólo es quien mantiene intactas sus fuerzas físicas, sino el que es capaz de multiplicar las formas de la confrontación, en el espacio de la ideología, en las múltiples trincheras, urbanas y rurales, así como en las redes virtuales, armas letales sin par, que no requieren vigor muscular, sin olvidar que, en el momento menos pensado, también haya que empuñar el fusil que nos dejara el Comandante.

Nuestra generación rompió los moldes anquilosados del WelfarState, (que, en USA, era sustentado por los llamados “babyboomers”) y cuestionó al capitalismo, mediante el enfrentamiento abierto (P.ej. guerrillas), la objeción de conciencia antibélica movilizada (“nacidos el 4 de Julio”) o la evasión (hippies), desde posiciones distintas pero rebeldes (barbudas). También irrumpieron los estudiantes en el Mayo francés, proclamando lo imposible como ruta hacia la luz. Vietnam era el campo de batalla de dos concepciones: la conservadora, opresora y la revolucionaria liberadora. No había donde perderse.

Ahora los llamados “millennials”, por transitar el puente de los dos milenios, desean enterrar el pasado, en los despojos del siglo XX, creando la sociedad virtual, a su gusto. Su rebeldía de hiperconectados, les impulsa a apropiarse del mercado, como “emprendedores” y no a combatirlo para sustituirlo.

Es la generación del capitalismo total, invisible, sin burgueses ni proletarios, sino con “empresarios de sí mismos”. No saben de la sangre y las luchas que tendieron la cama de su zona de confort. Quienes rompen con esa visión evasiva, son motejados de perdedores o de marginales.

La más joven (“Gen Z”) ya no tiene contacto personal, es anónima y virtual, su sociabilidad está en las redes donde todos, o casi todos, inventan sus perfiles, para conectarse con el mundo, mediante el rostro que quieren no con el que tienen; construyen una cultura globalizada y sus equipos de trabajo o investigación, siendo colectivos, están dispersos geográfica y culturalmente. Están perdiendo el sentido de la pertenencia. Por eso no se organizan en Partidos políticos sino en plataformas precarias.

Ninguna de ellas asume la revolución como una epopeya de los seres humanos, sino como una transformación explosiva de la técnica, de la inteligencia digital.

Tales son las dificultades que impiden constituir un sujeto social “para sí”, su utopía no consiste en sustituir el capitalismo por una sociedad libre e igualitaria, sino en la ilusión de fagocitarlo y apropiarse de él sin indigestarse.

El socialismo es, para ellos, un anacronismo que, en el mejor de los casos, se practicó por 70 años (el más antiguo: la URSS), pero que, finalmente, se doblega ante la invencibilidad, aparente, del capital.

¿Quién hará suya, entonces, la utopía concreta de liberar a los seres humanos de la dominación del mercado?

Debemos incendiar su horizonte, mostrándoles que la revolución no es un ensayo fallido, sino una necesidad vital para construir el futuro feliz, solidario, libre e igualitario. Que el fracaso es de los que la degradaron o desertaron.

El Pachakuti, recorre las venas de la esperanza, con su potencia ancestral, revitalizada en Ñacahuazú.

Por eso, nuestra generación, para reclutar toda esa fuerza fresca y potente, debe volver a cabalgar, como el quijote, en el corcel infinito del pensamiento y la acción del Che y demostrar, de esta suerte, que se puede desfazer entuertos e inaugurar el amanecer definitivo.

El Che, rescatado de la postverdad que lo mitifica, el más humano de los hombres, nos convoca Hasta la victoria siempre. Así el ayer fructificado será el mañana, en nuestras manos, en nuestras mentes, en nuestros corazones.

Tal es el propósito del presente ensayo. La revolución está tremando, en carne viva de la historia. Y el Che no es una bandera simplemente, es la demostración de que ningún esfuerzo, ningún sacrificio ni el holocausto, acabaron con nuestra generación.

En Ñacahuasú, se definía el destino del imperio, ya que un segundo Vietnam, provocaría su derrota.

Es hora de retomar el combate, aunque en condiciones más difíciles, pero no imposibles.

He ahí el desafío de honor para nuestra generación y las que nos han sucedido, si realmente amamos la libertad, la igualdad, la plenitud humana.

¿Capitalismo absoluto? – REVOLUCIÓN ABSOLUTA.

¿Y LA UTOPÍA SUPREMA? SIN COMENTARIO (todavía)¨*

“Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el periodo de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda(…) un período político de transición” Marx.

“El período de transición no puede dejar de ser un periodo de lucha entre el capitalismo agonizante y el comunismo naciente ” (V. I. Lenin).

“Ante qué fenómenos estamos, acaso ante el tránsito pacífico del socialismo al capitalismo?(…)Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando, seguirían resistiendo(…)! Morir antes que retroceder!! Morir antes que ceder! Fidel (26.7.1989)

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE CUBA

1976.- Art.5.-El PC de Cuba(…) es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.

2018.- Art. 5. El PC de Cuba (…),es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado.Organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia la construcción del socialismo.(…) preservar y fortalecer la unidad patriótica delos cubanos y por desarrollar valores éticos, morales y cívicos.

 1976.-Art.21.-Se garantiza la propiedad personal sobre los ingresos y ahorros procedentes del trabajo propio, sobre la vivienda que se posea con justo título de dominio y los demás bienes y objetos que sirven para la satisfacción de las necesidades materiales y culturales de la persona.

2018.-Art. 21. Se reconocen las formas de propiedad siguientes:a) socialista, de todo el pueblo(…);b) cooperativa(…);c) mixta (…);d) de las organizaciones políticas, de masas y sociales(…); e) privada: la que se ejerce sobre determinados medios de producción (…); f ) personal(…) sin constituir medios de producción(…)

“La teoría del comunismo se puede reducir a una oración: abolir toda propiedad privada” Marx

*Volveremos mañana, junto al Che, pluma en ristre, a lomo de rocinante, para desfazer este entuerto que es un eclipse local, nada más.

Ramiro Barrenechea Zambrana

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *